La hora de la luz...

Este domingo varios componentes del club hemos cambiado las ruedas gordas, el barro y las trialeras por las ruedas finas y el asfalto.
Salimos a las 9:30 de Colindres con dirección a Montehano.



En Escalante hemos tomado la carretera hacia el Portillo, donde los gallos han empezado ha romper el ritmo del grupo, Martín y Min se han mostrado intratables en estas rampas y han coronado en cabeza.



La bajada hacia Castillo muy resbaladiza por la helada, al llegar abajo reagrupamiento y tomamos carretera hacia Güemes volviendo a rodar en grupo.
Según nos aproximabamos a la subida de San Roque de Ajo se comenzaba a vivir una "tensa calma" ya que nadie hablaba y se vigilaban todos los movimientos.




Una vez abajo en la rotonda de Galizano tras reagrupar y camino de Pontones se desencadenó una atroz batalla en el llano con contínuos ataques de Escalantino , Globero , Juanele , Jose y La Casona hasta el cruce para Pontones, donde un pinchazo de Ivi nos obligó a parar.




Continuamos algo mas tranquilos (tanta batalla nos había dejado tocados ) hacia Omoño.



La subida hacia las Pilas se hizo dura, con porcentajes de hasta el 12%



De aquí bajada hasta el Rincón y Hazas. A Ivi se le encendió en el cuentakilómetros el "chivato de atacar" y emprendió una fuga junto con Jose hasta Beranga donde les echamos el guante.
Ahí nos despedimos de Ivi, Juanele y Merchitas. Rodamos tranquilos hasta Cicero donde nos separamos Globero y La Casona por un lado hacia Colindres y Jose, Min, Martín, Escalantino y yo hacia Monteano.




Nos vemos...

El lado oscuro de Ibio, by Javitxu

El domingo prometía, Qdd endurera con peligro “bajo aviso”, lugar Torrelavega, hora las 9:00 am, tras recoger a Víctor en Beranga a las 8:15 salimos dirección Torre.
Al llegar al punto de encuentro un grupo de 9 bikers estábamos pidiendo guerra, y vaya si la tuvimos, con Carlos García y Dkxvkxv (o como sea) del foro Cantabria como guías comenzamos la ruta ascendiendo a Ibio, hasta aquí todo (por desgracia) conocido, el ritmo muy vivo, y no os imagináis la de gente con la que nos encontramos, incluso algunos del lado más oscuro preparando el descenso sin cadena del fin de semana que viene.



Tras una breve parada en el alto (las antenas) comenzamos el descenso por el mismo trazado que en la marcha de San Cipriano,




pero a media bajada los guías nos reúnen a todos, y se nos acopla un nuevo compañero Carlial, lo gris se tornó negro, el camino desapareció bajo los pedruscos y la bajada (mas o menos ciclable) se convirtió en una continua trialera, los ahora 10 sedientos de sensaciones fuertes bajábamos como podíamos por un descenso cada vez más complicado, nadie ponía un pié en el suelo (más que nada por que no había donde posarlo) y alguno paró con el cuerpo entero contra las rocas, gracias a dios sin consecuencias.




Al terminar este primer asalto tomamos un sendero entre pinos que nos dejó de nuevo en la pista de bajada de la marcha de San Cipriano, y que recorrimos un kilómetro escaso, para de nuevo desviarnos por un sendero de “nueva cosecha”, impresionante es la palabra para definirlo, apenas entraban las bicicletas y repleto de escalones de pedrolos enormes, varias veces entraba la duda de si pegarían los platos en las piedras o si haría “tope la horquilla” y saldríamos de “orejas” por encima del manillar, pero las maquinas aguantaron, creo que la medida de este tipo de trialeras son los “huevos” y bajar esta costaba dos huevos y medio.




Al llegar abajo estábamos de nuevo el la ruta de la marcha, y ahora tocaba una larga subida, arriba nos reagrupamos, Víctor, Charly y Javitxu decidimos abandonar al grupo, ya que todavía quedaba hora y media de ruta y después tocaba volver a casa desde Torrelavega, (llegaríamos a las 4 de la tarde) así que muy a nuestro pesar decidimos bajar a barros por pista y regresar a Torre por carril bici.
El resto continuaron con la ruta supongo que por zonas espectaculares, y como algo conozco del recorrido tengo que decir que me quedé con las ganas de continuar, quizá repitamos cuando estemos algo más en forma, ya que los tres que nos retiramos llegamos algo “justitos” a los coches.
Agradecer a los organizadores el rutón preparado y sobre todo el darnos a conocer esos senderos con tantas posibilidades.
Nos vemos.