El equipo Pupas, pocos pero dejamos el pabellón todo lo alto que pudimos.
Justo antes de la salida.
A Jon en seguida la perdimos de vista, y PedroT, Diego y yo, seguimos a nuestro ritmo tranquilamente hasta el final, entre gritos de “Vivan los Pupas”, “Vivan los de Buelna”.
Si que hubo alguna rampa en la que tuvimos que desmontar por el fuerte desnivel.
Y otra vez a pedalear. PedroT y Diego pedaleaban casi siempre a la par.
Los avituallamientos. Para mi lo peor de la Marcha: escasísimos. Solo había fruta (platanos, manzanas, mandarinas) y Coca cola; no había ni agua (salvo en uno de los cuatro, creo recordar).
El barro no podía faltar y eso que llevaba días sin llover.
Un Pupas escapando de las pozas, eso no puede ser.
A mi PedroT me animaba a que pasara por el medio, pero como que no.
Una Pupas bajando empujando la bici, que vergüenza. Pero es que estaba muy empinao.
Luego ya más fácil y con una parte final muy bonita de sendero entre árboles paralelo al río.
La llegada a meta un poco desangelada, habían retirado ya el arco y apenas quedaba nadie por allí. Era bastante tarde así que ni nos quedamos a comer, ya teníamos ganas de llegar a casa.
Nos vemos...
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