II MARCHA SOLIDARIA DE CIEZA by Javitxu

Este domingo pasado 25 de septiembre, el grupo de “los descolgaos” de la pequeña localidad de Cieza, tuvieron la excelente iniciativa de celebrar una marcha de carácter solidario. No se cobraba inscripción a los federados, tan solo había que aportar un juguete o alimentos no perecederos para poder disfrutar del recorrido, los tres avituallamientos y la comida al final de la marcha.
Todo lo recolectado, será entregado a los niños más necesitados por la cruz roja en el més de Diciembre, una gran labor la de este club, y una cita a la que los Pupas no podíamos faltar, si es gratificante ayudar a los demás, si encima es haciendo lo que más nos gusta…
La marcha empezaba a las 9:30 de la mañana, así que a las 7:30, Víctor, Ivi, Jose y Javitxu salíamos de Beranga para recoger a Manu en San Vítores y juntos ir a la localidad de Cieza, a pocos kilómetros de pasar Torrelavega.
A las 8:15, los Pupas llegábamos a Cieza, una muy baja temperatura y una densa niebla no animaban demasiado a montarse en la bici, pero a medida que nos acercábamos a la zona de inscripciones, las caras conocidas, Pepe de Colindres, Marta, Fran, Pacorro y muchos más de todos los clubs de Cantabria animaban cada vez más el ambiente.

Tras entregar los juguetes, recoger el dorsal y prepararnos, nos situamos en la zona de salida/meta, para comenzar la marcha a las 9:30 como estaba marcado.
Apenas un par de kilómetros de carretera para calentar, y ya comenzábamos a afrontar las primeras rampas de hormigón alternándose con zonas de grijo y de fuerte pendiente.

En el kilómetro 5 prácticamente ya se habían hechos las típicas grupetas según el ritmos de cada uno, a excepción de Manu, que esta vez haría gran parte de la ruta con el frente endurero Víctor y Javitxu, mientras que Ivi y Jose rodaban algo más rezagados acompañados de Marta.

Tras las primeras y duras rampas, continuamos ascendiendo durante varios kilómetros, hasta el 17 de carrera de forma más relajada, sin fuertes pendientes pero con pocos descansos. El día se despejaba poco a poco dejando al descubierto un sol radiante, y las temperaturas subían rápidamente pasando del frío de la mañana a un calor veraniego.
Según tomábamos altura, podíamos ver el mar de nubes que cubría el valle como una manta de algodón, dejando unas vistas impresionantes.

Continuamos ascendiendo hasta llegar a Ibio, aquí pudimos disfrutar de un avituallamiento muy variado y un largo y merecido descanso antes de iniciar el interminable descenso de 8 Km.

Como siempre los Pupas nos lanzamos a fuego cuesta abajo, pero poco a poco se nos fueron quitando las ganas de correr, ya que la ancha pista de grijo al principio, y carretera rota en el tramo final del descenso nos dejaban alcanzar unas velocidades muy altas haciendo de un tramo de descenso aparentemente poco complicado, una zona muy peligrosa donde una caída podía hacer mucho daño.
No tardamos en llegar abajo, la zona del bosque de Ucieda, donde Manu, tras algún problema con el cambio durante la bajada, se nos acopló rápidamente.

Tampoco tardamos en empezar a subir de nuevo, aunque esta vez la pista era un poco más de montaña. Recorrimos unos 4 Km., y nos topamos a media subida con otro avituallamiento, esta vez liquido. Una corta parada para abastecernos y decidimos continuar viendo la que se nos venia encima…
Una primera rampa durísima técnica y físicamente que se internaba entre los árboles y que no tardó en descabalgarnos a los tres de las bicicletas, tras caminar algunos metros pudimos ver que nos quedaba lo peor, una larga subida por una braña donde el sol cascaba de plano, donde incluso andando había que hacer paradas a descansar. Manu, demostró lo fuerte que está continuando sobre la bici y dejando atrás a Víctor y Javitxu que decidieron subir a pata toda la cuesta.

Al llegar arriba, por fin, llegamos a lo más divertido de la ruta, unos 10 Km. de descenso, pero esta vez si, Endurero, primero las trialeras rotas se alternaban con los estrechos senderos de enrevesadas curvas y giros entre raíces, para entrar después de una sombría zona de bosque con un trazado muy marcado, rápidas curvas perfectamente peraltadas donde se podía bajar muy rápido y disfrutando, saltando raíces y atravesando pequeños riachuelos y profundas pozas de barro.

Durante varios kilómetros de diversión se nos fue olvidando el sufrimiento de las anteriores subidas, dejando en la mente solo el disfrute de esta última bajada.
Una vez terminado el bosque, salimos de nuevo a una pista ancha, una corta parada en el último de los avituallamientos, este líquido únicamente, y continuamos rodando tranquilamente hasta llegar a meta.
Allí nos esperaba Manu, que se despedía ya que tenía barbacoa y las mangueras para lavar las bicis, no sin antes dar cuenta de unos macarrones con tomate y carne picada para chuparse los dedos.
Poco después llegaban Ivi y Jose acompañados como no, por Marta.
Unos 45 kilómetros con todo tipo de terreno de por medio, unas zonas más aburridas para nosotros, y otras divertidísimas, pero en resumen, un buen recuerdo que deja ganas de volver por la zona.
Desde aquí, dar la enhorabuena a los compañeros del club “los descolgaos” por el buen trabajo realizado y sobre todo por esta iniciativa de ayudar a los más desfavorecidos a la vez que hacemos lo que más nos gusta, dar pedales y disfrutar de la naturaleza.
Y sobre todo, un placer volver a encontrarnos con los amigos del foro y de todos los clubs de Cantabria, compartir conversación y kilómetros.

Un saludo y… nos vemos en los caminos.