Hace meses que teníamos reservado el hotel, el mismo de otros años, por lo que nada mas llegar fuímos a acomodarnos. Al llegar a recepción nos dijeron que nos teníamos que alojar en otro hotel que tenían en el centro del pueblo, que este estaba lleno. De poco sirvieron las quejas de mi mujer así que nos fuimos para el otro.
Mal pintaba aquello, ya que aunque la habitación estaba bien, el pueblo estaba en fiestas y el templete de la música estaba debajo de nuestra ventana. - "En fin, con las ventanas cerradas puede que no se oiga mucho la música"- nos dijimos...
Habitación del hotel
Vista del templete desde la habitación
Después de dar una vuelta por el pueblo y cenar, tocó la hora de ir a la cama. ¡IMPOSIBLE DORMIR!!!! menuda nochecita nos esperaba, la música tenía un volumen increíble. A las 2 de la mañana dejó de sonar la orquesta -"menos mal, ahora a dormir" -pensé.
A las 2:15, justo cuando cogí sueño empezó la segunda orquesta a tocar, lo hacían tan mal que pensé que era un karaoke. Con este ambientazo nos tiramos hasta las 5:00 am. Después traca de petardos y bombas con el posterior jolgorio de los que no tenían que correr al día siguiente.
A las 7:00 me levanté, desayuné, me vestí de torero y para la salida.
Una vez en ruta, se salió bastante rápido. El primer puerto a tan sólo 5km de la salida provocó la primera escapada del día, con dos hombres por delante y el grueso del pelotón fraccionado. No me encontraba muy cómodo en esta subida, pero tampoco tuve mayores problemas para aguantar el ritmo de cabeza.
Una vez terminada la peligrosa bajada nos esperaban mas de 60km de llano. Ahí se marcharon otros dos hombres que mas tarde cogerían a los de cabeza. Nosotros rodábamos a un ritmo bastante cómodo.
Tras el paso por Salas de los Infantes comenzaba una zona de repechos que nos dejaban a pie del segundo puerto. En estos repechos comenzaron los ataques para fraccionar el grupo. Me metí en varios cortes, pero no conseguimos romper la homogeneidad del pelotón.
Con este panorama llegamos a pie de puerto, donde se produjo una caía que provocó una montonera enorme. Esperamos un poco para que se reagrupara el pelotón y comenzamos a subir a mil por hora, con un ataque de Monagas (vencedor del pasado año) que sacudió el manzano y comenzamos a caer todos de maduros. Se marchó solo y nos quedamos un grupo de unos 30 corredores en su persecución.
Una vez abajo quedaban tres puertos por delante (todos seguidos) antes de la colosal subida a Lagunas. Se paró todo, nadie tiraba todos veíamos como se nos marchaba el fugado.
Así nos plantamos en la ascensión del siguiente puerto, veía que enseguida íbamos a empezar con ataques, lo que no me interesaba ya que no me estaba encontrando nada bien en los cambios bruscos de ritmo. Así que me puse a marcar ritmo en la subida, guardándome un poco por si hubiese batalla.
No la hubo y me dejaron hacer, tiré en los tres puertos que restaban, cogimos a los fugados del inicio y nos plantamos a pié de Lagunas un grupo de unos 15 corredores.
Tirando del grupo en la última subida antes de Lagunas
Como siempre en este tipo de puertos cada uno hace la subida con las fuerzas que le quedan, y las mías eran mas bien escasas. Empecé muy mal cediendo muchas posiciones, y a partir del cuarto kilómetro de subida comencé a remontar. En el último kilómetro ya estaba noveno, pero me fallaron las fuerzas y acabé el onceavo.
Una vez arriba tocaba reponer fuerzas, me metí un periódico debajo del maillot y para abajo.
Allí me esperaban mi mujer y mi hijo. Tras ducharme no fuimos a comer a las mesas que había preparado la organización.
Me encanta esta marcha, el año que viene volveré, seguro.
Nos vemos..
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