La puebra consiste en dar vueltas a un circuito de 8 km durante 24 horas, y gana quien da más vueltas al circuito. No es obligatorio estar las 24 horas en el circuito, se puede salir a comer, descansar, ducharse, ir a la piscina…
Nada más llegar fuimos a por los dorsales y el chip, que era el encargado de contar las vueltas que dábamos y hacía de testigo para los equipos. Luego montamos las carpas y las tiendas de campaña en las que intenaríamos descansar algo por la noche.
Y casi sin darnos tiempo a más llegó la hora de la salida
El primer relevo del Team.com Epic corría a cargo de Diego así que nos colocamos los dos junto a PedroT y los Cumbrales.
Como no teníamos ninguna prisa y si muchas horas por delante, nos colocamos a cola de grupo para ir poco a poco calentando motores.
Diego se lo tomó con calma y redujo su ritmo para acompañarme en las primeras vueltas. Aunque sobre el papel el circuito no parecía muy complicado (70% por pista, 30 % de sendero, con 97 metros de desnivel de subida), sobre la bici me pareció bastante duro, con continuos repechos duros y alguna zona de pista en la que soplaba el viento de frente. No era muy técnico y se podía hacer todo encima de la bici sin apenas problemas.
Poco a poco iban cayendo vueltas y kilómetros, pero demasiado despacio y con excesivo esfuerzo. Había ido con el objetivo de pasar de 200 km, pero ya veía en las primeras horas que iba a ser mucho más complicado de lo esperado.
A medida que pasaban las horas la situación no mejoraba, seguía encontrándome muy cansada y de vuelta en vuelta me parecían los repechos más duros. Y comenzó la comedura de coco: “¿Pero estás loca, cómo se te ocurre apuntarte a estas cosas?”.
Cada ciertas vueltas hacía alguna parada para picar algo, y a eso de las 4 de la tarde pare para comer, esperando notar luego cierta mejoría. Pero no fue así, me seguía notando cansada, me dolía el culo, el cuello, las piernas…
Lacasona también bajo el ritmo para acompañarme durante alguna vuelta. Se agradece en este tipo de pruebas tener a alguien al lado con el que hablar algo, para “despejar” la mente.
Antes de la cena estuve hablando con Diego y recuerdo que le dije que hacerlo en solitario era una locura y que no se me ocurriría hacerlo más. Llevaba tan sólo 80 km y estaba mucho más cansada y agobiada que en cualquiera de los Soplaos y pruebas que había hecho anteriormente.
Juan Mena en la vuelta previa a hacerse de noche perdió la pila del foco y tuvo que parar para coger otra. Yo aproveché para parar a cenar, ducharme y poner los focos a la bici para intentar dar algunas vueltas por la noche.
Tras la cena y la ducha todo cambio, el cansancio, los dolores y el agobio desaparecieron y ya me empecé a encontrar bien.
Las vueltas nocturnas fueron las que más me gustaron, se veía superbien con los focos, hacía buena temperatura para rodar y la sensación de estar en medio del bosque casi a oscuras indescriptible. Le tenía bastante respecto a rodar de noche y PedroT se ofreció para hacerme compañía durante las horas nocturnas ya que por el día apenas habíamos rodado juntos.
Sobre las dos de la mañana y después de 4 vueltas nocturnas paré a intentar dormir un poco. A las 5 y pico volví otra vez a rodar. Las sensaciones continuaban siendo buenísimas y las vueltas se me pasaban mucho mejor que el primer día. Apenas necesitaba parar a descansar.
Cuando según mi cuenta llevaba 23 vueltas decidí dar sólo dos vueltas más a pesar de que aún me quedaba tiempo y parar con 25 y casi 200 km, que era el objetivo marcado. La clasificación de los equipos estaba muy reñida, sin decidir en las últimas vueltas, y la gente andaba algo nerviosa y acelerada, con mucha prisa para adelantar. Prefería dar alguna vuelta menos para no arriesgar con alguna caída de última hora.
A las 11:10 me bajé de la bici, con lo que yo pensaba que eran 25 vueltas pero que finalmente según el chip fueron 24. El primer día las vueltas se me hacían tan largas que en algún momento conté una de más. Eso me pasa por no mirar la clasificación, que cada cierto tiempo actualizaban con el número exacto de vueltas.
Me fui a la ducha y luego a desmontar el campamento, que fue lo peor de todo.
Eramos 4 chicas las que participamos en individual y yo fui la que más vueltas dio, un total de 24 con 189 km, así que subí al podium. El primer trofeo que gano y que no es por ser la única fémina ni la más vieja. Ibone y Cristina fueron segunda y tercera respectivamente.
Al final fue una experiencia muy positiva pero muy dura, tanto física como psicológicamente. Mi intención es repetir el próximo año. Este año iba de novata en esto de las 24 horas, para el próximo ya se unas cuantas cosas que tengo que corregir para intentar mejorar.
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